septiembre 30, 2021
Presentan proyecto de Ley sobre protección de Polinizadores Nativos

-La Senadora por Aysén, Ximena Órdenes, presentó el texto legislativo ante la Cámara Alta.
-Chile posee miles de especies nativas que contribuyen a la polinización de las plantas, un proceso indispensable para la agricultura y la vida en el planeta. Sin embargo, las actividades agropecuarias en Chile han privilegiado la importación de especies exóticas de abejas y abejorros, que están dañando gravemente a las especies nativas y los cultivos.
Se estima que en Chile hay más de 6 mil especies de animales polinizadores, los cuales cumplen un rol indispensable para el medio ambiente, específicamente para que las plantas en flor produzcan sus frutos y semillas, proceso que a su vez es determinante para la producción actividad agrícola, y el mantenimiento de la vegetación nativa que sostiene gran parte de la vida sobre la Tierra.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, cerca del 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen, en calidad y cantidad, de la polinización por animales. Y en términos productivos, la polinización provee de mayores servicios y beneficios en la medida que exista mayor cantidad y diversidad de especies polinizadoras. Pese a ello, las actividades agrícolas en Chile, han privilegiado el ingreso de polinizadores exóticos para los cultivos, con el respaldo del Servicio Agrícola Ganadero, SAG, priorizando, por ejemplo, la importación del abejorro europeo Bombus terrestris.
Esta última especie genera un panorama complejo, ya que desde su ingreso al país en 1997, se ha ido transformado en una especie invasora, ocasionando daños a las especies nativas y cultivos. A esto se suma el declive generalizado de los polinizadores nativos, producto de actividades antrópicas como el manejo agrícola y silvícola, que intensifican el uso del suelo, la fragmentación y degradación de los hábitats nativos, cambios en la distribución de las plantas, y el uso de agroquímicos.
En ese contexto, y con el fin de proteger la salud de nuestros ecosistemas, se elaboró el primer Proyecto de Ley sobre Protección de Polinizadores Nativos, documento que fue presentado ante el Parlamento por la Senadora de la Región de Aysén, Ximena Órdenes. La moción, patrocinada por los senadores Isabel Allende, Alfonso De Urresti y José Miguel Durana, fue suscrita y se determinó que debe ser analizada por las Comisiones de Agricultura y de Medio Ambiente.
El texto fue desarrollado por la Comisión Futuro del Senado, un grupo de abogados, y Cecilia Smith, ecóloga del Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB y de la Universidad de Los Lagos. También contó con los aportes de los investigadores Julio Crespo y Rodrigo Barahona, de la misma Casa de Estudios.
El documenta señala que la legislación chilena, que regula tanto la importación de polinizadores, como las condiciones de uso y manejo de los diferentes polinizadores, se encuentra dispersa en distintos cuerpos legales. A su vez, se explica que son tres los organismos que deben velar por la protección de los polinizadores: El Ministerio de Medio Ambiente, la Corporación Nacional Forestal (CONAF), y el Servicio de Evaluación Ambiental.
En ese marco, un primer objetivo que busca el proyecto de ley es “promover la investigación y empleo de polinizadores nativos, a fin de garantizar el acervo genético de la flora del país y de mejorar los productos agrícolas asegurando la soberanía alimentaria”. Para ello, se plantea iniciar medidas de educación y fomento de la conservación de los hábitats en que estas especies se desarrollan. “Se propone educar a los productores agropecuarios y agrícolas para mantener la diversidad floral de especies ricas en polen y néctar en sus predios y en los márgenes de éstos, y demostrar que la mantención de la diversidad de los polinizadores nativos genera un aumento de la productividad”, se detalla en el documento.
Un segundo elemento del proyecto es: Normar el uso de polinizadores para los usos productivos en el país. El texto sugiere como necesario generar la información suficiente para contrarrestar los eventuales impactos negativos que los polinizadores exóticos importados puedan generar sobre el medio ambiente. “De esta manera hemos establecido una obligación destinada a que los productores evalúen el riesgo que generan. Así mismo que los usuarios de polinizadores, de manera previa a su uso, cuenten con un análisis de riesgo sobre la actividad que ejecutarán”, se destaca.
El tercer punto propone: Regular el uso de polinizadores en áreas protegidas, lo que implica que al interior de estas zonas sólo se podrán usar polinizadores nativos, con el fin de proteger a tales especies. “Además, es necesario considerar previamente un plan de manejo en conjunto con un programa de prevención de riesgos, que permita instaurar a las abejas polinizadoras nativas en estas zonas asegurando su preservación”.
Otro elemento fundamental destaca la prohibición de especies exóticas dañinas, ya que éstas generan profundos impactos negativos en la biodiversidad local. “Por lo tanto, establecemos la prohibición en la importación y uso del Bombus terrestris”, se detalla.
El proyecto también propone establecer un control de aquellas actividades que afecten a polinizadores nativos, lo que implica regular el uso de fertilizantes, pesticidas o agroquímicos, considerando a los polinizadores nativos que habitan el área dónde se usarán los productos, y realizar estudios previos a la utilización de los mismos.
El proyecto también destaca, entre otros elementos, la necesidad de impulsar la investigación enfocada en conocer y clasificar las especies según su estado de conservación, y generar planes de recuperación para ellas, así como también monitorear y evaluar, mediante un “Comité de Especies Exóticas”, la presencia de éstas en nuestro territorio. Finalmente, el documento establece que habrá una sanción al incumplimiento de los deberes que señala la ley.
Prohibición de importar al abejorro europeo
Cecilia Smith señala que la presentación de este proyecto coincide con un reciente análisis que el SAG realizó en Bombus terrestris que ingresaban a Chile, estudio que confirmó la presencia de patógenos en el abejorro europeo. “Efectuaron exámenes de PCR a los ejemplares y encontraron que éstos estaban afectados por Apicystis bombii, un patógeno que probablemente ha estado causando estragos en el abejorro nativo, Bombus dahlbomii y en nuestro abejorro del altiplano Bombus funebris. Desconocemos que ha pasado con las otras 83 especies de Apidae nativos a los cuales el abejorro comercial podría trasmitirle otros patógenos, pero sabemos que también ha afectado negativamente a la población de abeja mielífera. Hace mucho tiempo que como comunidad científica, veníamos insistiendo en esta preocupación y finalmente se pudo comprobar en los mismos laboratorios del SAG”, explica la investigadora.
Respecto a la especie invasora, el proyecto de ley señala que hasta el año 2016 en Chile ingresaban anualmente un promedio de 16.650 colonias y 95.670 reinas, lo que desde su introducción, suma un total de 984.946 colonias y 421.680 reinas. Además, desde 2001 se producen en Chile colonias de B. terrestris, a través de la exportación de reinas fertilizadas.
La propagación de esta especie desde Chile ha avanzado hasta la costa Atlántica del cono sur de Sudamérica y al altiplano chileno – boliviano, pese a lo cual se sigue permitiendo su uso como polinizador para frutales. “En el altiplano Bombus terrestris ha llevado al abejorro nativo Bombus funebris a la categoría de “Vulnerable de Extinción” (categoría de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, reconocida por el Ministerio de Medio Ambiente); y desde la Región de Coquimbo al sur ha llevado al abejorro nativo Bombus dahlbomii a la categoría “En Peligro de Extinción”. Se desconoce el daño que B. terrestris ha tenido sobre otras especies de abejas nativas, pero se estima que debe ser similar a lo causado sobre los abejorros nativos, por cuanto comparten patógenos al igual que con A. mellifera” – la abeja de la miel – advierte el documento.
Con todos estos antecedentes, investigadores de diversas Universidades del país y del extranjero además de numerosos grupos socioambientales y ONGs, esperan que se pueda implementar definitivamente una política para la protección de polinizadores nativos en Chile, y junto a ello concretar, prontamente, la prohibición de importar al abejorro europeo.