octubre 4, 2023
Pata de león, especie endémica del Maule: Planta en peligro de extinción intenta adaptarse al cambio climático

Científicas y científicos de Chile, descubrieron que la pata de león o higuerilla (Anemone moorei o Knowltonia moorei) es una planta en peligro de extinción endémica del Maule, es decir, que sólo se encuentra en este lugar, y que, aunque es altamente vulnerable al cambio climático, se intenta adaptar a las circunstancias.
Anteriormente se conocían estos ejemplares sólo en la provincia de Talca, pero gracias a la investigación de los doctores Diego Alarcón y Mary Kalin, ambos del Instituto de Ecología y Biodiversidad, junto al investigador y naturalista David Santos, se han descubierto nuevas poblaciones, ampliando su distribución hasta la provincia de Linares. Dada su restringida distribución en la precordillera andina del Maule y su peligro de extinción, urge mejorar su conservación, resultados que fueron publicados recientemente en la revista científica Plants: https://www.mdpi.com/2223-7747/12/10/2017
Las poblaciones de pata de león más vulnerables al cambio climático viven menos y comienzan más temprano a fructificar, en un intento por adaptarse al rápido cambio del clima. “Este estudio evidencia que lo proyectado por modelos ecológicos frente al cambio climático, ya comienza a reflejarse en la biodiversidad de Chile”, señala Diego Alarcón, quien también es el creador del sitio web www.chilebosque.cl
Una planta desconocida del Maule
“Se sabía muy poco de esta planta, por eso me llamó la atención, sólo se encontraba en seis localidades de la precordillera de Talca y de forma muy restringida, que llamamos microendémica”, destaca Diego. Sus poblaciones se encuentran únicamente en lugares bastante prístinos, húmedos, bajo las copas de árboles nativos en bosques muy bien conservados .
Su minúscula distribución hace a esta especie muy susceptible al cambio climático. Luego de mucha búsqueda en terreno, de caminar bastante y de preguntar a las personas locales, las y los investigadores encontraron 13 poblaciones, muchas de ellas desconocidas anteriormente para la ciencia. En ellas, registraron datos como la altura del vástago -tallo nuevo que brota de la planta- identificando si había dado flores o frutos. “Esta planta crece de forma similar a algunas palmeras tropicales, es decir, sus hojas quedan en el tallo, por lo tanto en él queda la historia de crecimiento de sus hojas, lo que permite conocer su velocidad de crecimiento” destaca Diego. Así se pudo determinar que en cada planta sólo crecen 3 hojas por temporada.
“En esta investigación pudimos observar que las poblaciones de esta planta en peligro de extinción pueden estar adaptándose al cambio climático. Desarrollamos un índice de vulnerabilidad al cambio climático que puede aplicarse a cualquier especie, con proyecciones de clima futuro, lo que permite además comparar diferentes poblaciones dentro de una misma especie”, destacó la Dra. May Kalin. Esto, señala, puede ser importante para planificar su conservación a largo plazo. Además, pudieron constatar que en el caso de plantas amenazadas que son poco conocidas, hay mucho aún por descubrir en cuanto a su distribución natural.
¿Cómo se censa una especie en peligro de extinción?
Esta planta llega a medir 2 metros de largo, es fácil encontrarla en su etapa de floración, pues su flor blanca de 8 a 10 cm de diámetro es muy característica. Es una planta que inicialmente crece erguida, hasta alcanzar un tallo de aprox 1 m, luego al crecer más se va inclinando. Finalmente cuando alcanza más de 1.5 o 2 m, se vuelve algo rastrera, por su peso no se sostiene erguido.
David Santos, investigador y naturalista local de Linares, fue vital para el proceso de identificación y búsqueda, pues posee conocimiento de la especie, y sobre accesos del terreno y recorridos de cuencas y subcuencas. Un año y medio les tomó esta búsqueda e investigación, la cual fue costosa en energía pues se realizó en lugares de difícil acceso, lo que por otro lado favorece la conservación de la especie en cuestión.
“En las poblaciones con mayor vulnerabilidad al cambio climático, las plantas alcanzan un largo menor, o sea viven menos o tienen una longevidad menor. Por otro lado, ante mayor vulnerabilidad al cambio climático las plantas florecen y fructifican a un largo menor, o sea siendo más jóvenes. Esto puede significar una adaptación a nivel poblacional ante el cambio en las condiciones climáticas”, destacó Diego Alarcón.
Pero, ¿por qué urge conservar esta planta?

Al no existir conocimiento sobre ella, podría tener componentes activos para uso farmacéutico, un alto potencial de uso ornamental identitario para la precordillera de la Región del Maule, entre otras potenciales razones. “Es un cofré que hay que descubrir”, señaló Diego Alarcón. Además, cuando existen plantas amenazadas, existen también otras especies como insectos, hongos, entre otros, asociadas y relacionadas a ella.
Por otro lado, el desconocimiento local es una característica motivante para el científico. “Esta especie podría ser como los canarios en las minas de carbón, si sus poblaciones disminuyen rápidamente, lo más probable es que especies con distribuciones similares se extingan. Pueden actuar como centinelas”, destacó. Esto pone en evidencia que lo proyectado por modelos ecológicos frente al cambio climático es real, sin embargo dado que sus poblaciones intentan adaptarse, “nos da una esperanza sobre la resistencia de las plantas endémicas en este contexto”, destacó.

Cuando una especie es tan poco abundante, normalmente se afirma que son plantas que se extinguen rápidamente y que no tendrán espacio de adaptación, contrario a lo descubierto por las y los científicos. Si bien esto no garantiza su supervivencia, el hecho de que intenten adaptarse tiene una proyección para la búsqueda de conservación ex situ, “aquellos sectores que en el futuro tendrán las condiciones climáticas donde vive ahora la especie, podrían representar sitios de rescate y de propagación, lo que podría ser una herramienta para conservar la especie a futuro”, señaló Diego.
Actualmente el científico colabora con los investigadores del IEB Lohengrin Cavieres y Mary Kalin, estudiando otras especies de distribución restringida, como el pitao y la chaura de Laraquete en la Región del Biobío, “me atraen las especies que a pesar de todo lo adverso, han sobrevivido”, concluye el investigador.