julio 31, 2018

La ecología urbana vuelve a Providencia: ¡comenzó la nueva temporada de Casas Anideras!

La ecología urbana vuelve a Providencia: ¡comenzó la nueva temporada de Casas Anideras!

La iniciativa incluirá este año un taller de entomología y avistamiento de aves para niños, mientras que las cajas nido se aprestan a recibir chercanes para un nuevo periodo de amor y huevos.  

No es secreto que la urbanización constituye una amenaza global para la biodiversidad, afectando a numerosas especies, incluyendo a la avifauna. Las aves nidificadoras de cavidades, por ejemplo, necesitan grandes árboles para construir sus nidos, mientras que otras no pueden realizar agujeros, por lo que dependen de espacios formados de manera natural en los troncos.

En respuesta a esta realidad nació el programa Casas Anideras Providencia-Conservación de Aves Urbanas, una iniciativa de ecología urbana y ciencia ciudadana del Instituto de Ecología y Biodiversidad y la Municipalidad de Providencia, cuyo objetivo es informar a la ciudadanía y favorecer a las especies que nidifican en cavidades a través del uso de cajas nido en los parques de la comuna. La temporada 2018 – 2019 contempla la tradicional limpieza, instalación y monitoreo de las casas nido, charlas en colegios, curso de biodiversidad urbana, y diversos talleres que incluirán la plasticina, avistamientos, ilustración y la entomología.

“Las novedades para este año son muy entretenidas. Partimos la temporada con un taller para niños en el Café Literario Bustamante, donde aprendieron sobre las aves urbanas y diseñaron con plasticina a tres especies y sus nidos. En diciembre tendremos nuestra primera actividad de ilustración y terminaremos la temporada con un taller entomológico para aprender sobre los insectos y su relación con los pájaros en el Parque Inés de Suárez” explica María Teresa Ramírez, encargada de biodiversidad y educación ambiental del Departamento de Medio Ambiente de Providencia.

A esto se suman las actividades que se realizarán en recintos educacionales de la comuna, tanto para párvulos, básica y media. El equipo del IEB y la municipalidad está trabajando, a su vez, para impulsar una Academia de Biodiversidad Urbana enfocada en los profesores, “pensando en que ellos son nuestros principales aliados para bajar la información ‘dura’ de la ciencia y traspasarla a las futuras generaciones”, agrega Ramírez.

En cuanto a los avistamientos de aves, entre octubre y noviembre se realizarán cuatro jornadas de avistamiento en el Inés de Suárez: tres para adultos y una para niños.

[¡Mira el calendario con todas las actividades! Las inscripciones se realizarán un mes antes de cada evento.]

Chercanes entre pelos, clavos y cotillón

Una de las aves más comunes en áreas urbanas es el chercán (Troglodytes aedon), un pequeño y escurridizo animal que es nidificador secundario, es decir, depende de las cavidades naturales de los árboles para reproducirse, ya que no es capaz de hacerlas por sí mismo. Es esta especie la principal usuaria de las cajas anideras instaladas en el Parque Inés de Suárez, si bien se han observado a otras especies nidificadoras de cavidades, como la golondrina chilena (Tachycineta meyeni), el carpinterito (Veniliornis lignarius), el tijeral (Leptasthenura aegithaloides) y el cernícalo (Falco sparverius).

A mediados de julio, el equipo del programa limpió las casas anideras para la próxima etapa reproductiva de los chercanes, que debiese empezar en agosto. De las 16 cajas dispuestas en el Parque Inés de Suárez, 15 albergaron nidos (o intentos de ellos), mientras que una fue ocupada por lagartijas.

Además de ramas y plumas, estas aves utilizaron elementos humanos para la construcción de sus nidos: clavos, taps de latas de bebida, pelos, clips y restos de cotillón, fueron parte del contenido hallado al interior de las casitas, y que será analizado por el equipo, bajo la supervisión de Juan Luis Celis, investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad y académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Esta información se asemeja a la obtenida años anteriores. Para el monitoreo previo, efectuado entre septiembre de 2017 y principios de marzo de 2018, se utilizó una cámara GoPro Hero 3 conectada a un celular mediante un tubo extensible de aluminio, con el fin de poder visualizar en tiempo real y fotografiar el interior de la caja anidadera, sin la necesidad de su manipulación. En esa ocasión, también se detectó la hegemonía del chercán, así como una caja vacía y 15 con nidos o intentos de ellos.

También se detectó la presencia de algunos individuos anillados en los años anteriores, corroborando de esta manera la filopatría de esta especie, es decir, el retorno del animal al mismo sitio donde nació.

La representante de la municipalidad de Providencia destaca que “han sido cuatro años de aprendizaje por parte de nosotros. El primer año nos tiramos a la piscina para ver si esta iniciativa resultaba y cómo dábamos a conocer un tema tan relevante como es la biodiversidad, pero explicada de una manera fácil. Ahora ya hablamos en idiomas similares y podemos seguir avanzando para mostrar que la biodiversidad en las ciudades está presente más de lo que los vecinos creen, haciendo un llamado a protegerla y respetarla. Esta es una forma de acercar a las personas a la ‘naturaleza’. Aparte de ser educativo y entretenido, es relevante para su vida.”