enero 3, 2020
Investigadoras de IEB participaron en curso de conservación genética en Brasil

-Valentina Bernal, trabajó en su proyecto de tesis doctoral, que busca estudiar la conectividad entre poblaciones del pez Harpagifer antarcticus, en territorio antártico.
Conservar la biodiversidad en Latinoamérica, es el gran desafío que congregó a decenas de investigadores de nuestro continente, en la ciudad de Natal, Brasil, durante el XIV Taller de genética para la conservación. La actividad, realizada entre el 30 de noviembre y el 14 de diciembre, en la Universidad Federal de Río Grande del Norte, tuvo por objetivo entregar herramientas de genética y ecología molecular, y fomentar la discusión teórica, en el grupo de asistentes: estudiantes graduados, académicos, entre otros expertos en el área.
Valentina Bernal y Daly Noll, investigadoras del laboratorio de Elie Poulin, perteneciente al Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, asistieron a este encuentro internacional, que busca incorporar conceptos clave y actualizar los enfoques de análisis en sus proyectos, considerando además el contexto social de los ecosistemas.
“La idea final del curso era trabajar en un proyecto propio de investigación que utilizara la genética para establecer objetivos de conservación. En mi caso, en el marco de mi tesis doctoral, voy a emplear métodos de ecología molecular para estudiar la conectividad entre poblaciones locales de un pez llamado Harpagifer antarcticus a lo largo de Antártica marítima y analizar patrones de selección natural asociadas a gradientes ambientales en esta zona”, explicó Valentina Bernal.
En el curso se les asignó tres profesores a cada alumno, los que ayudaron a mejorar los proyectos inicialmente presentados, realizando aportes en aspectos teóricos y metodológicos. Elie Poulin, uno de los fundadores y líderes del taller, también se refirió a esta interacción: “La idea es que al término del curso, los alumnos tengan sus proyectos más desarrollados y resueltos. Asimismo, se entregan herramienta sobre cómo analizar los datos y extraer conclusiones de ello. Y se planeta un debate acerca de por qué es importante conservar, realizando un planteamiento filosófico y ético que se complementa con los datos. También, se revisa cómo se pueden recolectar las muestras, conservarlas, y qué marcadores se usan”. El científico del IEB, agregó que el taller también contempla análisis forense, y aspectos más legales sobre la conservación y genéticos, que se discuten entre los diferentes países.
Conservación en la Antártica
Valentina Bernal señaló que, gracias a los aportes recibidos, podrá abordar de manera más específica, la influencia de las condiciones ambientales en la distribución del pez a estudiar. “Lo más importante del taller es que me hicieron pensar en cómo los resultados de mi investigación pueden tener consecuencias concretas en la conservación de un área de la Antártica, que se ha declarado como zona prioritaria para conservar, pero que hoy en día no cuenta con ninguna medida de protección”. En ese marco, los resultados de su tesis esperan, a futuro, poder impactar en las decisiones sobre áreas marinas protegidas en el continente blanco.
¿De qué manera estas acciones permiten avanzar hacia un mayor bienestar planetario? “Actualmente sabemos que las diversas actividades que realizamos en nuestro diario vivir, como alimentarnos, movilizarnos, utilizar energía eléctrica, vestirnos, etc, tienen un fuerte impacto en la naturaleza. Muchos de los ecosistemas que nos rodean y de las especies con las que convivimos y compartimos este planeta, están muy deteriorados o se han visto afectados por estas acciones. Esto pasa, por ejemplo, con las pesquerías, que durante muchísimos años han sido explotadas a tal nivel, que ahora ya no es posible encontrar algunos peces o tenemos que recurrir a vedas de pesca para permitir que los recursos se recuperen y no llevarlos a la extinción”, comentó la científica.
En este sentido, aseguró que es vital tomar consciencia de los ecosistemas y especies que lo conforman, y no solo por el tipo de servicios y beneficios éstos que nos proveen. “No estamos solos en el plantea y nuestras acciones han tenido y tendrán enormes consecuencias para la biodiversidad, lo cual nos incluye. En la naturaleza todo está conectado y nosotros formamos parte y dependemos de ella. Tenemos que cultivar un amor por la naturaleza que nos haga desear protegerla y cuidarla, más allá de si nos entrega algo a cambio o si podemos explotarla. A los seres humanos nos hace falta sentirnos y saber que somos parte de un todo y no creernos superior a ello”, recalcó Valentina Bernal.
Taller latinoamericano
La Red Latinoamericana de Genética para la Conservación – ReGeneC-, cumple 15 años capacitando a profesionales y desarrollando habilidades en esta disciplina de la ciencia en Latinoamérica. En ese contexto, la entidad apoyó la realización de este taller en Natal, que contó además con el respaldo de diversas instituciones: Instituto de Ecología y Biodiversidad, Universidad Federal de Río Grande, Escuela de Graduados de la Universidad Austral, American Genetic Association, Genomics Antarctic Biodiversity, Instituto Luisa y United Nations University.
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