marzo 20, 2023

Investigadora recibe beca que apoyará conservación de biodiversidad y el bienestar humano en la bahía de Coquimbo

María Valladares

-María Valladares, nueva integrante del Instituto de Ecología y Biodiversidad, obtuvo la prestigiosa beca Soluciones Costeras de la Universidad de Cornell, que le permitirá investigar y poner en marcha un proyecto para la conservación de este ecosistema costero y aves playeras, junto al desarrollo de indicadores de bienestar, que serán co-creados con diversos actores territoriales.

La Bahía de Coquimbo no sólo es un espacio de gran valor turístico, recreacional y de actividad pesquera. También es una zona de suma importancia para la biodiversidad y conservación de aves playeras, como el pilpilén. Sin embargo, esta área -que abarca unos 20 km- se encuentra altamente amenazada por actividades humanas, tales como la rápida urbanización, el tránsito de vehículos motorizados en la costa, la contaminación, y un desarrollo económico que potencia el turismo de sol y playa.

Ante esta degradación del territorio, han surgido múltiples iniciativas de protección promovidas por diversos actores, entre ellos, la Magíster en oceanografía María Valladares, quien recientemente obtuvo la beca 2023 del Programa de Becarios de Soluciones Costeras, del laboratorio de ornitología de la Universidad de Cornell, Estados Unidos. Gracias a esta beca, la investigadora del Laboratorio de Conservación y Bienestar Humano, del Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, pondrá en marcha el proyecto “Bahía de Coquimbo: Estrategia integrada para la conservación y construcción de resiliencia costera”, proyecto que también considera a dos humedales presentes en el sector. En ese contexto, el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte cumplirá el rol de institución anfitriona dentro del proyecto, junto a Marcelo Olivares-Pereira.

Pilpilén – Crédito Laura Valdivia

El trabajo de la científica, que se inició con un retiro y cumbre del programa en la Universidad de Cornell -junto a su mentora, María José Martínez-Harms, investigadora del IEB-, se realizará mediante una estrategia intersectorial basada tres ejes. Estos corresponden al fortalecimiento y articulación de la gobernanza, un programa de monitoreo y ciencia ciudadana para la toma de decisiones en conservación, y el desarrollo de estrategias para la protección de las aves playeras y promoción del bienestar humano.

María Valladares es española, pero lleva diez años viviendo en Chile y trabajando como oceanógrafa principalmente en la región de Coquimbo, y también en Atacama y Rapa Nui, desarrollando monitoreo e investigación asociados a la acuicultura, cambio climático y transferencia de conocimiento junto a comunidades y grupos de pescadores artesanales.

María Valladares en la Bahía de Coquimbo

“Nuestra propuesta se enfoca en toda la bahía de Coquimbo y tres humedales principales: Laguna Saladita, desembocadura del Río Elqui y El Culebrón. Es un proyecto que contará con la participación de muchos actores que forman parte del territorio, y que también han venido desarrollando esfuerzos, y cuya articulación queremos potenciar”, comenta la investigadora.

La ganadora de la beca destaca que se trabajará en coordinación con diferentes actores, como las comunidades locales, Municipalidades de Coquimbo y La Serena, Seremi de MMA, GEF gobernanza, instituciones privadas, universidades, ONGs y asociaciones civiles.

Dentro de los objetivos, está contar con un plan de gestión participativo en el humedal El Culebrón, el cual se espera sea reconocido como humedal urbano. En este ecosistema se realizará monitoreo ambiental y actividades de ciencia ciudadana.

Aves playeras en Bahía de Coquimbo – Laura Valdivia

Otro foco contempla la protección de zonas de nidificación del pilpilén, especie clasificada como “casi amenazada”, debido a la baja en su población y a las dificultades que enfrenta su reproducción en muchas zonas costeras del país, incluida la Bahía de Coquimbo. Esto, principalmente por el tránsito de vehículos motorizados, perros que depredan los huevos, basura y artículos de pesca como redes que se enredan en sus patas.

Bienestar humano

María Valladares ha trabajado durante años en el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y en la ONG Surgencia, de la cual actualmente es directora. En ese contexto, su mentora, María José Martínez-Harms, destaca su trayectoria y enfoque como elemento fundamental para el proyecto, que además contempla la dimensión socio-ecológica y el desarrollo de indicadores de bienestar humano.

“María conoce muy bien la Región de Coquimbo y su proyecto del Programa de Soluciones Costeras integra todas las capacidades adquiridas por su gran experiencia profesional e influencia como líder social, para enfocarse en implementar una estrategia de conservación integrada. Otro elemento importante es que estas líneas estratégicas se desarrollarán con una mirada de equidad de género implementada transversalmente a los objetivos”, destaca la directora del Laboratorio de Conservación y Bienestar Humano.

Poster del proyecto – Francisca Cárcamo @Panchulei

Incorporar la dimensión social a lo largo del proyecto, es un elemento fundamental para la ganadora de la beca. “En el humedal El Culebrón por ejemplo, ya estamos viendo qué eventos han cambiado el nivel de agua y con la comunidad trabajaremos en la co-creación de indicadores de bienestar. También nos interesa trabajar con migrantes y escuelas que usan el humedal. Vamos a generar mesas de trabajo asociadas a la ley de humedales urbanos, esperando que esta instancia sea. La idea del proyecto es articular acciones, iniciativas y actores, haciendo sinergia”.

Valladares destaca que, junto a la comunidad, se trabajará en la co-creación de diversos indicadores de bienestar, como el sentido de arraigo, pertenencia e identidad, observando además cómo estas dimensiones evolucionan y cambian durante el tiempo.  “Los humedales se están transformando muy rápidamente y eso está afectando al bienestar humano y a los servicios ecosistémicos culturales y espirituales, un aspecto que no suele ser monitoreado y que nosotros sí esperamos poder abordar con mayor profundidad”, detalla.

Polluelo – Laura Valdés