junio 24, 2022

El llamado de la comunidad científica a superar juntas y juntos la sequía

En el marco del Día Mundial contra la Desertificación y La Sequía, que se conmemora cada 17 de junio, científicas y científicos del IEB, en colaboración con los centros científicos UPWELL, BASE, CR2, CAPES, CEAZA y el colectivo audiovisual La Gaviota, participaron en la creación de un video y campaña de difusión.

Las sequías se encuentran entre las mayores amenazas para el planeta y la humanidad, y se estima que para el año 2050 éstas afectarán a más de tres cuartos de la población mundial. Es por eso que, en el Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía, que se conmemora cada 17 de junio, un grupo de científicas y científicos chilenos, realizaron un llamado colectivo a sensibilizarnos sobre las amenazas reales que estos fenómenos traen para la humanidad y nuestros ecosistemas, y buscar alternativas para superar esta crisis en conjunto.

En ese contexto, integrantes del Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, en colaboración con el Núcleo Milenio UPWELL, el Instituto BASE, y los centros CR2, CAPES y CEAZA, participaron en la creación de un video, que fue desarrollado con apoyo de el equipo audiovisual La Gaviota. #SuperandoJuntosLaSequia Día Mundial de la Lucha Contra la Desertificación y la Sequía 2022. – YouTube

Sequía, desertificación y sus causas

¿Por qué estamos viviendo esta crisis y qué factores contribuyen a su avance en Chile y el planeta? “En la medida que aumenta la temperatura de la atmósfera, por la liberación de gases de efecto invernadero, se reduce la disponibilidad de agua en gran parte de nuestros territorios”, explica Eugenia Gayó, directora del Núcleo Milenio UPWELL e investigadora principal del IEB.

“La desertificación es un proceso a través del cual las zonas áridas avanzan, lo que se puede ver aumentado por largos períodos de sequía, en los cuales, las retroalimentaciones positivas de los ecosistemas pueden verse alteradas hasta desaparecer”, agrega Antonio Maldonado, investigador de CEAZA y UPWELL.

En ese contexto, el cambio climático es un factor determinante, que contribuye progresivamente al estrés hídrico en nuestro país, de acuerdo a Cedric Little, investigador CAPES.

¿Qué acciones humanas y no humanas contribuyen a la desertificación y la sequía? El ecohidrólogo e investigador del IEB, Cristián Frene, sostiene que las mayores agravantes son los incendios y las prácticas productivas intensivas, proceso que se ve agudizado por los efectos en el cambio de uso del suelo, deforestación, expansión de las zonas urbanas y de las actividades agroganaderas, entre otras, según detallan las y los expertos. “Todas estas actividades generan un descubrimiento del suelo y matan la vida”, destaca Frene. El ejemplo más concreto de ello, que se destaca en el video, es el desecamiento de la Laguna de Aculeo.

Otras acciones humanas que amenazan los ecosistemas, son las formas de manejo y planificación del territorio, factores que en conjunto pueden hacer que estos hábitats “pierdan la capacidad de recuperarse naturalmente”, según detalla Alejandro Miranda, investigador del CR2 y de la Iniciativa Intercentros por el Bosque Esclerofilo del CR2, CAPES e IEB.

Acciones para mitigar los efectos

Las y los investigadores destacan que, para hacer frente a esta crisis, Chile requiere de esfuerzos colectivos, cooperativos y creativos para diseñar soluciones aplicadas a la tecnología. Asimismo, mencionan que el país necesita apoyar la conservación de las reservas de agua y fortalecer las políticas públicas, generando conocimiento para tomadores de decisiones y la ciudadanía.

“En el sector legislativo se deben generar normas para aplicar criterios ecológicos al momento de realizar prácticas productivas, para que el Ejecutivo realice un programa extendido a todo Chile que permita recuperar los suelos degradados por estas prácticas”, señala Cristián Frene.

Mejorar los sistemas de riego, contribuir a la prevención de incendios, entender cómo funcionan los ecosistemas para poder recuperarlos, generar una gobernanza de los recursos hídricos con una perspectiva integrativa y socioecológica, y que el sector privado realice cambios en sus prácticas productivas, son algunas otras estrategias que proponen las y los científicos.

“Finalmente es importante estar atentos a la biodiversidad poco percibida, oculta en cada rincón de nuestro entorno”, sostiene Julieta Orlando, directora alterna del Instituto BASE.