marzo 2, 2018

Del laboratorio al parlamento: científicos participaron en taller sobre política y ciencia

Una iniciativa IEB y UACh

Hoy por hoy el quehacer de un científico se ha distanciado únicamente de participar en la creación de nuevos conocimientos. Las necesidades son más amplias y esta apertura contempla por ejemplo la comunicación de la ciencia y también de sus repercusiones políticas. 

 

En este contexto fue impulsado el Taller “Del laboratorio al parlamento: El rol político del conocimiento científico”, se desarrolló el 1 y 2 de marzo en la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile, con el apoyo del Instituto de Ecología y Biodiversidad – IEB Chile y la Escuela de Graduados de la Facultad de Ciencias UACh.

Raimundo Roberts, asesor técnico parlamentario de la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), fue el encargado de liderar ambas jornadas en que se compartieron experiencias para conocer cómo fluye la información científica a diferentes stakeholders.

Los participantes conocieron distintas formas de comunicar las ciencias, para que la investigación genere un impacto ante quienes toman decisiones.

El expositor en profundidad

¿Cuál es tu percepción sobre el resultado de ambas jornadas?

Raimundo: Siempre es un grato desafío participar de reuniones con docentes y científicos en temas como son la comunicación científica y destinada a políticas públicas. En este caso, además, tuvimos la oportunidad de disfrutar de excelentes aportes, discusiones y comentarios de asistentes altamente preparados que estaban muy interesados en lo expuesto, lo que enriqueció el debate y la reflexión.

 

Una reflexión sobre la necesidad de que la comunidad científica adquiera nuevas herramientas para comunicar la ciencia:

Raimundo: Sólo concentrándome en lo más importante, destaco que todas las decisiones humanas, desde las cotidianas hasta las de más alto nivel, requieren información. Si esas decisiones están basadas en información contrastable, científica, hay más opciones que el resultado sea positivo, para uno o para una empresa o un Estado. Si no contamos con esa información, esas decisiones serán tomadas de igual manera.

En segundo lugar, divulgar lo que uno hace de manera efectiva tiene beneficios no sólo para el científico o para el laboratorio: mejor comprensión del área de estudio por la sociedad y por los pares, eventualmente mayores posibilidades de financiamiento… incluso es positivo tener que enfrentarse al desafío de poner en otro contexto el trabajo científico. Y finalmente, todos los profesionales, no sólo los científicos sino abogados, periodistas, ingenieros, tenemos una responsabilidad social cuando contamos con información que puede ser útil para la sociedad. No sólo por el financiamiento público, también porque podemos ayudar a que mejore nuestra sociedad.

Una justificación para llevar conocimiento científico al parlamento:

Raimundo: La ciencia es la mejor manera que conocemos para obtener información de nuestro entorno. La política en democracia es la mejor manera de gobernar sociedades sofisticadas basadas en derechos. Si las decisiones políticas (que deben tener en consideración factores sociales, de contingencia, de bien común, y que se rigen por normas muy diferentes a las que se manejan en el entorno científico) pueden acceder a información basada en ciencia, estaremos acercando lo mejor de las sociedades humanas: nuestra capacidad de generar conocimiento con la función pública de buscar el bien común.

 

Sobre el expositor

Master en Comunicación Científica de la Universitat Pompeu Fabra (España), diplomado en Bioética y Calidad de Vida de la Universitat de Barcelona (España), periodista de la Universidad Austral de Chile.

Actualmente, es asesor e investigador en asuntos de ciencia y tecnología de la Biblioteca del Congreso Nacional, especialista en temas de institucionalidad científica y tecnológica.

Profesor invitado en el Diplomado de Comunicación de la Ciencia en la Universidad de Chile y en el Curso de Formación General “Desafíos en Legislación y ciencia” de esta universidad durante 2015, 2016 y 2017. Presidente saliente y actual vice presidente de la Asociación Chilena de Periodistas y Profesionales para la Comunicación de la Ciencia, ACHIPEC, creador de la agencia de información científica Infocyt.cl, creador de Prolauris, empresa especializada en formación en comunicación científica y ex profesor en la carrera de Periodismo de la Universidad de Santiago de Chile.  Investigador en comunicación del Observatorio de la Comunicación Científica (OCC), de la Universidad Pompeu Fabra, UPF. www.upf.edu/occ (2001-2006). Secretario técnico de la Asociación Catalana de Comunicación Científica.www.accc.cat (2006).