octubre 25, 2022
Abejas nativas: eficientes polinizadoras de cultivos en Chile

-Un reciente estudio en el cual participó Cecilia Smith, investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), señala que las especies nativas son las mejores polinizadoras de arándanos, fruto que ha convertido a Chile en el segundo productor a nivel mundial.
-Pese a ello, la científica advierte que en nuestro país se sigue importando desde Europa al polinizador Bombus terrestris, especie exótica invasora cuya introducción ocasiona enfermedades y otros daños a nuestra apifauna nativa y daño a algunas plantaciones agrícolas.
En Chile tenemos una enorme diversidad de polinizadores nativos: más de 450 especies de abejas y cerca de 5 mil especies de moscas florícolas. Estos grupos de invertebrados, no sólo destacan por su variedad de formas, colores y comportamientos, sino también por su indispensable aporte al bienestar de nuestros ecosistemas, a través de la interacción con otras especies y el transporte de polen de una planta a otra.
Tal es el caso de algunas abejas nativas como Cadeguala y la especie de abejorro nativo, Bombus dahlbomii, las que de acuerdo a un reciente estudio es que participó Cecilia Smith, investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y de la Universidad de Los Lagos, son las más eficientes polinizadoras de arándanos, mucho más que la abeja melífera.
Este ejemplo es relevante, no sólo porque estas especies forman parte de nuestro patrimonio natural, sino además porque Chile es el productor más importante de arándanos frescos en el mundo. De hecho, los últimos 30 años se ha visto una expansión acelerada de la industria chilena del arándano, siendo éste el país de Sudamérica que tiene la mayor proporción de superficie sembrada y volumen exportado. Según datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias -ODEPA-, las exportaciones chilenas de estos frutos pasaron de 50 mil toneladas en 2010 a 111 mil en 2021.

El estudio, publicado en la revista científica Agricultural and Forest Entomology, y que contó con el apoyo de la Universidad del Maule, se realizó en dos lugares de la Región de Los Ríos, mediante un trabajo comparativo que consideró tanto a las especies nativas como exóticas que visitaban los cultivos de arándanos. Los himenópteros, principalmente abejas, representaron el 98,2% de las visitas, seguido de moscas florícolas y una especie de mariposa. Los visitantes florales más frecuentes fueron las abejas manejadas para la polinización de arándanos, Apis mellifera, y el abejorro europeo Bombus terrestris, ya que los productores ignorando el servicio de polinización de los polinizadores nativos ponían colonias de abejorro europeo y colmenas de abeja melífera entre las hileras de arándanos.
Se observó que si bien las visitas de abejas nativas eran menores a las de especies introducidas, éstas eran más efectivas al momento de realizar la polinización. “Las especies de abejas chilenas, especialmente Cadeguala, lograron un alto rendimiento por visita en la polinización de arándanos, a pesar de visitarlas menos frecuentemente”, se describe en el artículo.
Dicho hallazgo constituye para los y las autores, una importante evidencia sobre el rol de los polinizadores nativos y su aporte a la agricultura, y una base para desarrollar mejores estrategias de manejo, que impliquen continuar identificando y analizando los servicios ecosistémicos que estos pequeños animales nos brindan. Esta falta de conocimiento ocurre principalmente, en Sudamérica, donde predomina la escasez de información sobre esta materia, según advierte otro estudio de Cecilia Smith.

“Respecto al trabajo sobre arándanos, los resultados son relevantes, ya que nos muestran que el polinizador más eficiente es una abeja nativa, que está donde hay bosques cerca. Por esta razón, pensamos que el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, debe invertir en las condiciones para que el polinizador esté presente en diferentes plantaciones del país. No obstante, si no es posible realizar cultivos cercanos a un bosque, otra alternativa es generar restauración plantando bandas y pasadizos de especies con flores nativas, que crezcan en poco tiempo, ayudando a atraer a estas abejas nativas. Sin duda que esto sería una medida efectiva”, señala Cecilia Smith.
El problema del abejorro europeo
Pese a esta evidencia, otro estudio desarrollado por la investigadora del IEB destaca que hasta la fecha, se siguen importando miles de abejorros europeos para la polinización de éste y otros cultivos en el país, medida que ha generado serios problemas, ya que esta especie exótica invasora -introducida a Chile en 1997- transfiere enfermedades a la apifauna nativa y daña a ciertos cultivos, tales como el de haba.
A esto, se suma el declive generalizado de los polinizadores nativos durante las últimas décadas, debido a actividades humanas como el manejo agrícola y silvícola, que intensifican el uso del suelo, la fragmentación y degradación de los hábitats nativos, los cambios en la distribución de las plantas, el uso de agroquímicos, y el cambio climático.
Por todo ello, Cecilia Smith explica que apoyar la conservación de estas especies nativas es altamente beneficioso “para la biodiversidad de nuestro país y la polinización de cientos de plantas que han evolucionado junto a estos pequeños seres vivos”.
Respecto al abejorro europeo, la Dra. Smith explica que esta especie se ha transformado en una plaga en nuestro país y ha llegado incluso a invadir ecosistemas en Argentina. Dicho insecto es criado en hacinamiento en Europa y también en Chile, y se lo alimenta con productos que provienen de la miel y que son foco de patógenos. Una de las enfermedades más complejas que transmite este invasor, es un parásito que llega hasta la flor que poliniza, y que contagia y deja infértil a la hembra del abejorro nativo Bombus dahlbomii, y quien sabe qué pasará con los más de 70 especies de Apidae que hay en el país de los cuales no hay estudios.
Otro problema del abejorro europeo, se basa en su fisonomía, ya que tiene una lengua más corta que la de la especie nativa, lo que genera problemas en la polinización. Por esto no puede llegar a la base del nectario, rompiendo entonces con sus mandíbulas la base de la flor para obtener el néctar, con lo cual no hace polinización es decir intercambio de genes (los genes están en el polen) evitando así que se produzcan semillas por polinización cruzada. Las semillas, de producirse, no tendrán la vitalidad de una semilla producto del cruce de genes.
“Hemos visto que esta especie invasora daña la producción de habas y en algunos casos de porotos, rompiendo la flor de la planta por un costado, sin poder cumplir de manera efectiva con el servicio de polinización. También se ha determinado que esta conducta (llamada robo de nectar) es aprendida e imitada por la abeja melífera”, explica la científica del IEB. Aproximadamente el 95% de las flores de haba no reciben polinización, debido a que es más fácil sacar (robar) el néctar por un costado que polinizarla. En cambio, antes de que el SAG abriera las puertas al abejorro exótico las flores de haba eran polinizadas por el abejorro nativo (que no roba), lo que aún se puede observar en algunos lugares remotos donde aún no hay tanta abundancia del abejorro exótico.
En otro estudio en que participó la Dra. Smith, se pudo registrar que los principales polinizadores de tomate al aire libre son las especies de abejas nativas. Esto es un resultado paradójico, ya que la razón primera de importar abejorros de Europa fue para polinizar tomate en invernadero y al aire libre. Este comercio de abejorros se hace en desconocimiento de la enorme diversidad de polinizadores nativos que obviamente tiene nuestra diversa flora nativa. Sin embargo, el SAG argumenta en el año 2019 que seguirá importando abejorros exóticos porque hay escases de polinizadores en el país.

La Dra. Smith señala que los patógenos de la especie exótica se transmiten a otras especies nativas y eso ha permanecido silencioso, no se ha realizado un verdadero registro de casos afectados. “EL SAG ha estado haciendo un seguimiento de los patógenos que llegan a Chile en el cuerpo de Bombus terrestris, recién desde el 2020, encontrado que esta especie tiene uno de los patógenos más letales de las abejas. Y si bien la entidad dice haber tomado medidas al respecto, nosotros vemos (a través de Ley de Transparencia) que se ha seguido internando abejorros exóticos procedentes de las mismas empresas que ya antes venían con abejorros con patógenos”, enfatiza la investigadora.
Proyecto de ley sobre polinizadores
En ese contexto, una de las iniciativas que podría ayudar a la conservación de estas especies nativas, es un proyecto de ley presentado al Congreso en septiembre del 2021, mediante el cual se busca proteger a los polinizadores nativos, y de paso garantizar el acervo genético de la flora del país y mejorar los productos agrícolas, asegurando la soberanía alimentaria.
Una de las medidas que se proponen en el texto, es prohibir la importación del abejorro europeo, que presenta parásitos que han diezmado al abejorro local y probablemente a otras 83 especies de insectos.
La iniciativa legal, cuya tramitación sigue entrampada en el Congreso, fue gestada con el apoyo de parlamentarios, abogados, científicas y científicos, contando con el apoyo de Cecilia Smith. «Este proyecto apunta a la protección de todos los polinizadores nativos, lo que incluye aves, abejas y moscas, tanto en cultivos como bosques», comenta la ecóloga.

La propuesta también plantea iniciar medidas de educación y fomento de la conservación de los hábitats en que estas especies se desarrollan. También destaca, entre otros elementos, la necesidad de impulsar la investigación enfocada en conocer y clasificar las especies según su estado de conservación, y generar planes de recuperación para ellas, así como también monitorear y evaluar, mediante un “Comité de Especies Exóticas”, la presencia de éstas en nuestro territorio. Finalmente, el documento establece que habrá una sanción al incumplimiento de los deberes que señala la ley.