January 13, 2020

Pequeños artistas dieron vida a pájaros de nuestra ciudad

Con pinceles y plasticina, niños protagonizaron una nueva versión de Pajareros Artistas, taller realizado por IEB en conjunto con Casas Anideras de Providencia.

Reconocieron, en varias ocasiones, el canto del queltehue, picaflor, chercán, zorzal y tiuque, que salía misterioso desde un pequeño parlante. Conversaron sobre las diferentes especies de aves que habitan la ciudad o que han visto en otros lugares de Chile, como la parcela del abuelo. Algunos niños sabían que los queltehues ponían huevos en el pasto, y una niña, sorprendió a todos contando que el picaflor no volaba en línea recta, sino que en forma de ocho.
Así, con ojos y orejas bien agudas, comenzó el taller infantil Pajareros Artistas, organizado por el Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, en conjunto con Casas Anideras Providencia.

La actividad se realizó el viernes 10 de diciembre en el Café Literario Santa Isabel, y estuvo dirigida por Silvia Lazzarino y Belén Gallardo, quienes, además de enseñar un poco más sobre la vida y costumbres de estos habitantes, invitaron a los niños a crear sus propias obras pajarísticas.

Belén trabajó con un grupo modelando coloridas aves en plasticina, en base a un esqueleto de alambre que difería según la especie. Y Silvia les enseñó algunas técnicas de acuarela y pasó pinceles a los alumnos para que ellos dieran vida a sus modelos. El resultado, fue un conjunto de obras e intercambio de conocimiento, que los pequeños artistas se llevaron a sus casas.

Manuela Montero, mamá de Olivia -de ocho años-, y quien asistió por primera vez a esta actividad, destacó la experiencia como una instancia muy didáctica para generar nuevos aprendizajes en los niños. “Me gustó además, que el tema fuera sobre aves urbanas, y que los niños pudieran identificarlas dentro del ambiente en que ellos mismos viven y desde ahí, tener la inspiración para hacer arte. Realmente quedé muy contenta”, explicó.

Olivia, en tanto, indicó que, además de entretenerse, pudo memorizar el canto de las aves participantes del taller y que eso espera no olvidarlo.

Talleres en la ciudad

2020 es el sexto año en que el Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, realiza actividades en conjunto con el programa Casas Anideras, y el segundo año, en que se efectúa este taller en específico. Al principio, partieron con el chercán como especie inspiradora, pero cada vez han ido incorporando a nuevos vecinos plumíferos.

“Me encanta realizar estos talleres e ir incorporando nuevas especies. Los niños se maravillan y poder conectar todo lo que ellos ven desde su casa, sus balcones o la casa de sus abuelitos, es genial, considerando que no hay muchos espacios para que ellos nos cuenten sus historias sobre este vínculo con la naturaleza”, señala Belén Gallardo.

La bióloga destacó que, vivir en un mundo de cemento, no debiera ser impedimento para reconectarse con nuestro entorno, razón por la cual, promover este tipo de actividades es altamente relevante. “Los niños ya tienen un conocimiento sobre pájaros, que comparten y enriquecen durante el taller y eso sorprende mucho a los papás, generando así un círculo virtuoso. Todos se entusiasman con los talleres, los papás llevan más al parque a sus niños y ellos vuelven a contagiar a los adultos finalmente”, comenta Belén Gallardo.

Por su parte, Silvia Lazzarino, quien es bióloga e ilustradora científica, también recalca la motivación que niños y niñas expresan durante el taller. “Nos hemos dado cuenta que estas actividades funcionan bien, pues además podemos ir cambiando las temáticas del dibujo a la plasticina y, mientras ellos trabajan, seguir conversando sobre pájaros. Esto implica, un aprendizaje más desde el juego y la exploración, que es diferente al que están acostumbrados a tener en el colegio. Por otro lado, ellos aprenden una técnica y desarrollan un proyecto final, que en el caso de la acuarela, consiste en hacer un pequeño libro. Sin embargo, a veces también nos vemos enfrentados a complejidades, como ciertas frustraciones o prejuicios que vienen de ellos mismos, como cuando los escuchamos decir: no soy bueno para hacer esto. Yo les digo que sí, que uno puede ser bueno para lo que uno quiera ser”.